Sin título
Òleo sobre tela.
80 x 80 cm.
SERIE DE LAS MURGAS
“Murguerita” – 08’
Óleo sobre tela.
70 cm x 50 cm.
Iluminismo dionisíaco:
Bacanal para comerse a la muerte
“…En la costa del Asia Menor, tan temprano como en el siglo XIII A. C., el culto a Dionisos incluía la intoxicación colectiva, la orgía sexual, el sacrificio y la antropofagia. Asociado con la fertilidad, el sexo, el vino, la fiesta, el gozo, y en general, los placeres sensuales y terrenales, el culto a Dionisos y su corte de dioses menores, bacantes y sátiros, originario de las culturas agrícolas, da cuenta del patrón cíclico del nacimiento, la madurez, la muerte y el renacimiento en que "la vida triunfa sobre la muerte"…”

“…Fue en el marco de los festivales realizados en su honor que, a modo de ofrenda, se representaron las primeras obras de teatro -ditirambos, tragedias y sátiras- y que tanto se asemejan a las actuales representaciones de murga. Sin embargo, el dios del carnaval uruguayo no es Dionisos sino el dios Momo. Dios de la queja, la sátira y la burla, en la tradición griega Momo es una divinidad secundaria, de la cohorte de Dionisos y, aparentemente, sin el potencial, la densidad, la multiplicidad y complejidad simbólica y narrativa que plantea el origen y culto de Dionisos. Por alguna razón que se me escapa, y que a la vez me intriga, en el carnaval uruguayo Momo parece usurpar el lugar de Dionisos, desplazando a éste del imaginario popular…”

“…Se gestó así una costumbre de hablar a medias tintas, decir con muecas y guiños, disfrazarse y leer entre líneas; y una cultura que se esforzaba en diseminar visiones, profecías y signos malditos. Fue así que se comenzaron a cultivar ídolos, dioses y valores prohibidos, señales de un "mundo del más allá" inaceptable dentro del horizonte simbólico de la cultura dictatorial. Pareció haber una tendencia nacional/natural a la adoración de "lo profano", que fue paulatinamente sacralizándose y dando sustento a la génesis de una colectividad de idólatras…”
“…En cierto punto el más allá fue visto como más valioso y placentero que el más acá. Aquello -que llegó a significar todo y nada en particular, a gusto del emisor y del receptor- adquirió un atractivo misterioso, una significación densa y total. En "aquello" residía el sentido perdido, la explicación que faltaba, lo prohibido, lo innombrable…” 
“…En un mundo del melodrama y de lo grotesco, estos eran signos llamativos magnificados por una complicidad maliciosa que se expresaba mediante un juego de apariencias espectrales, silencios y reverberancias…”
“…A modo de sicoterapia colectiva se construyeron convenciones y templos, encuentros y referencias comunes, dioses escondidos, lenguajes y ritos. Más o menos intuída, escondida, inventada o pasajera ("atada con alambre y un poquito de cinta Scotch") se imaginaron una comunidad. La murga aportaba la forma y la mística: "Somos la murga del humo / humo de la eterna brasa / humo del tiempo que pasa / que pasa y nos hace humo" , o se festejaba a la inolvidable murga "Lá (...)", una murga muy misteriosa que estaba pero que no estaba, que estaba pero no decía, que decía sin decir, que sólo algunos (los que querían) podían escuchar…”